En los centros hospitalarios o laboratorios, donde se requieren ambientes controlados para evitar la contaminación de agentes patógenos entre áreas, los sistemas de esclusa permiten asegurar la seguridad en entornos tales como unidades de cuidados intensivos (UCI) para pacientes inmunodeprimidos o infectocontagiosos, área de quemados, salas de diagnóstico con protección radiológica (CT), laboratorios de esterilización y microbiología…

Un correcto sistema de esclusas debe garantizar, mediante cortinas de aire, diferenciales de presión que eviten el ingreso de contaminantes a las áreas adyacentes, especialmente en hospitales, en las áreas de aislamiento. Las salas de presión positiva están diseñadas para mantener a un paciente vulnerable de una separación segura de la contaminación desde el exterior (inmuno-deprimidos o inmuno-deficientes, unidad de quemados…), por bombeo de aire limpio y filtrado de manera continua dentro de la habitación.

Sala de Presión Positiva –  Pacientes Inmunodeprimidos

En cambio, el objetivo de las salas de presión negativa es evitar que los gérmenes de pacientes infecto-contagiosos entren en el flujo de aire general e infecten a otras personas. Mediante corrientes de aire y sobrepresiones, se contiene la bacteria dentro de la misma sala.

Sala de Presión Negativa – Pacientes infecciosos / contagiosos

Los sistemas de esclusa deben incorporar también un conjunto de accesos interconectados que eviten la entrada a personal no autorizado y que los agentes contaminantes en el aire escapen, evitando su propagación poniendo en riesgo la salud tanto de los pacientes. Las puertas de una esclusa no deben abrirse simultáneamente y debe disponerse de un sistema de cierre ínter bloqueado o un sistema de alarma visual / auditivo para prevenir la apertura simultánea de las puertas.

Grupsa dispone de sistemas de Puertas Higiénicas y Herméticas que permiten la interconexión entre sí, en versión manual o automática, para el control en los accesos a ambientes controlados mediante sistemas de esclusa.